La Ciudad de Buenos Aires puso en marcha un plan de seguridad para reforzar el control en sus accesos, con la creación de una patrulla especializada destinada a prevenir delitos. Funcionará las 24 horas, los siete días de la semana.
La Patrulla de Control de Accesos vigilará los puntos de entrada y salida a la Ciudad, que incluyen los 24 kilómetros de la avenida General Paz y los puentes que cruzan el Riachuelo. Por allí se movilizan unas 3,5 millones de personas cada día, que se suman a la población local.
Cada patrulla tendrá un móvil, dos motos y ocho policías. También se sumarán dos camiones para el traslado de automotores y contará con el apoyo de dos patrulleros por turno (con dos policías cada uno), de Agentes de Tránsito de Seguridad y de la División K9 de perros.
Su función será identificar vehículos y personas en busca de elementos que impliquen la posible participación en un delito, como la tenencia de armas o de drogas, además de detectar a quienes tengan pedidos de captura y controlar faltas viales. Inicialmente, y de acuerdo a un esquema de aplicación progresiva, la patrulla realizará controles en forma aleatoria y rotativa en los accesos.
Esta nueva unidad policial, con agentes que recibieron una capacitación especial, tiene como objetivo reforzar la seguridad en los límites de Buenos Aires: un 40% de los delitos cometidos en la Ciudad son perpetrados por personas que no viven en el territorio porteño, según se desprende de informes sobre los más de 20 mil detenidos por la Policía desde comienzos de año.
Las patrullas controlarán todos los accesos a Buenos Aires en función de los datos del Mapa del Delito y del flujo vehicular. Y trabajarán de manera coordinada con el Sistema Integral de Seguridad Pública, compuesto por el Anillo Digital, el Centro de Monitoreo Urbano y las cámaras de videovigilancia de la Ciudad.