Ayer por la tarde se llevó a cabo en el Obelisco el Tetazo, un movimiento feminista que a través de la exhibición de los pechos buscaba repudiar el incidente que ocurrió en Necochea el pasado 28 de enero.
El 28 de enero en Necochea tres mujeres que estaban haciendo topless en la playa fueron abordadas por un fuerte operativo policial, casi 6 patrulleros y 20 efectivos, para que se taparan los pechos, se retiraran de la playa o sean arrestadas. El video que muestra la discusión que se armó entre los concurrentes a esa playa, ubicada a 10 metros del centro, se expandió como pólvora por las redes sociales provocando que surgieran muchos puntos de vista.
Durante la discusión que se ve en el video se planteó el tema de los menores que no tienen que ver eso, se habló de la libertad, de lo moral e inmoral, del código civil, del machismo y el gran interrogante que azotaba a las abordadas: ¿por qué los hombres pueden estar sin tener nada arriba y las mujeres no?
Todo este gran debacle terminó con las 3 chicas retirándose de la playa y dejando un fuerte pensamiento de lo irreal e irracional que fue toda la situación. (Para explicarnos mejor, mandar a toda una dotación de agentes, por el simple hecho de que recibieron denuncias por parte de bañistas que estaban en desacuerdo con el exhibicionismo que realizaban 3 mujeres, es algo irracional.)
Tras lo ocurrido y debido a la gran propagación que se llevó a cabo en las redes sociales como en los noticieros, se convocó a todas las mujeres a realizar un #Tetazo a las 17 horas del martes 7 de enero en el obelisco. El Tetazo consistía principalmente en que todas las mujeres mostraran los pechos para expresar su desacuerdo e indignación ante el suceso ocurrido en Necochea.
A la hora prevista, se realizó la manifestación donde fueron partícipes varios sectores políticos y grupos feministas, incluidos también los medios de comunicación, personas que apoyaban la causa, curiosos y, lamentablemente, pajeros.
La marcha comenzó siendo una protesta por buscar la igualdad entre el hombre y la mujer, si el hombre puede andar por la vía pública o en una playa sin remera, la mujer también puede tener ese mismo derecho. La ambigüedad de esto, es que su mensaje, buscar la igualdad de género, terminó siendo otro al empezar a desplazar a todos los hombres que se encontraban en el grupo de las mujeres manifestantes.
Es verdad que nunca falta el desubicado que quiere arrimarse o sacar provecho de la situación, pero también había hombres que apoyaban la causa y que fueron “invitados” a retirarse de allí, por más de que estén con amigas y las amigas lo defiendan.
Entre los hombres que retiraban o no dejaban pasar también se encontraban los reporteros gráficos (en su mayoría hombres), esas personas que tienen como finalidad grabar o sacar fotos de la manifestación para así difundir el mensaje que ellas querían expresar. La pregunta que surge es, ¿Qué tipo de mensaje quieren dar, si las personas que se encargan de mandar ese mensaje no se las deja trabajar libremente? Algunos reporteros pudieron trabajar bien, otros tuvieron que retirarse.
La protesta siguió adelante con cánticos sobre el gobierno que no hace nada frente a los femisidios y en contra del machismo y el patriarcado. Todo esto lo hacían con el torso descubierto e imitando el sonido de los indios.
La situación no termina ahí, poco después y antes de que finalice todo, un grupo de chicas realizó vandalismo a uno de los nuevos patrulleros de la Policía de la Ciudad poniéndole la frutilla del postre para todas las personas que estaban en desacuerdo con la protesta y opinaban que la marcha era una tontería.
Consultando con varias mujeres, un porcentaje muy amplio está en desacuerdo con la protesta que se realizó, diciendo que una playa es un lugar público y que para hacer topless hay lugares específicos.
Mientras que otro porcentaje opina que tienen el mismo derecho que los hombres para mostrar sus pechos, ya que los mismos no forman parte del aparato reproductivo.
Poniendo estos dos puntos de vista en manifiesto, se puede decir que la guerra que se lleva a cabo es puramente cultural, como en su momento lo fue bikini, y no va a ser fácil cambiar el pensamiento colectivo sobre un tema tan controversial como son los pechos, especialmente cuando aún hay situaciones que no deberían padecer las mujeres que amamantan a sus hijos en la calle o en un trasporte público.
En muchos países el topless es una cosa común en las playas y es idóneo adaptarse culturalmente a una sociedad que va cambiando constantemente y que poco a poco busca una mayor igualdad.
08/02/2017