En la década de los 50, la aparición masiva de los plásticos eran una de las alternativas más versátiles y económicas que podrían existir, en ese momento no se pensó en lo que podría llegar a ser a futuro el impacto ambiental, pero ese día llegó.
Hoy, casi 70 años después, el plástico ha llegado a sitios insospechados. Su presencia está, incluso, en el lugar más profundo de la fosa Mariana, la zona más recóndita de la tierra a la que los humanos han podido llegar.
Cuando el explorador Víctor Vescovo llegó a ese lugar a casi 11 kilómetros en el fondo del mar, encontró especies marinas nunca antes vistas, pero también halló residuos plásticos.
Por medio de las corrientes de fondo y la propagación de mareas internas, los microplásticos se han depositado en los lugares más recónditos de los océanos microplásticos.
También ocurre con aquellos desechos que las personas tiran al cesto de la basura pueden llegar al mar, ya que la lluvia o el viento los puede llevar hasta ahí a partir de su encuentro con ríos, otras vías fluviales o también a través del alcantarillado de las zonas urbanas.El 80% de los residuos que se encuentran en los mares provienen de la tierra, mientras que el 20% restante es producido como resultado de las actividades marítimas.
Sólo el 15% de todo el plástico que hay en los mares del mundo, se encuentra en la superficie pero ha sido suficiente para generar zonas con altas concentraciones de basura en el mar.
En el fondo del mar, la situación es aún más preocupante. Por ejemplo, a finales del año pasado se encontró un vertedero en el fondo del mar Mediterráneo donde el 70 por ciento del material contaminante era plástico.
Ese material tarda en degradarse entre décadas y cientos de años. Además, este proceso es más lento en el océano. Según la experta en geocronología reciente de sedimentos, “la degradación de los plásticos ocurre más lentamente en el mar que en la tierra, donde la exposición directa a la luz del sol y las variaciones en la temperatura son más marcadas que en la columna de agua”.Asimismo, destaca que “en el medio marino, la degradación de los plásticos es menor en el fondo que en la superficie, donde la acción conjunta del oleaje y las corrientes provocan mayor desgaste mecánico y además existe mayor penetración de la luz, más altas temperaturas y mayor disponibilidad de oxígeno.
Otros de los principales elementos en este proceso, son la radiación UV procedente de la luz solar, la acción bacteriana, el oxígeno atmosférico y la acción mecánica del oleaje pues, además de modificarlo, también fragmentan los residuos, lo cual genera otro problema sumamente importante para las especies marinas: los microplásticos.
Estos afectan a las especies marinas. Se considera microplástico a un fragmento de 5 milímetros.
Estos se han detectado en más de 200 especies de la fauna marina.
Aún no se conocen los efectos de los microplásticos en los organismos, la doctora Ruiz menciona que la forma en que estas partículas se transfieren es a través de la cadena alimentaria. Por lo tanto, no es arriesgado pensar que estos fragmentos han llegado a los humanos.Estos ,pueden causar severos problemas de salud en los humanos, como trastornos endocrinos, disfunciones reproductoras e inmunitarias, alteraciones del neurocomportamiento y desarrollo, y cáncer“.
El plástico, actualmente, es uno de los materiales más utilizados y más perjudiciales alrededor del mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que para 2050, la generación de desechos plásticos será de 671.000 toneladas.El plástico, desde su aparición, ha ido cubriendo progresivamente al planeta con una capa muy gruesa. Hasta la actualidad se han producido, aproximadamente, unas ocho mil 300 millones de toneladas de plástico, esto equivale en peso a mil millones de elefantes.
Esta problemática, hace que algunos países de la región, incluido México, han propuesto prohibir los plásticos que se desechan después de un solo uso. Solo por mencionar un caso, en la Ciudad de México, una de las metrópolis más grandes de la región, entre diciembre de 2020 y enero de 2021 entrará en vigor la modificación a la Ley de Residuos Sólidos, que prohibirá la comercialización, distribución y entrega de este tipo de productos.
Legisladores locales reconocieron que aunque la medida “trastoca intereses” es un primer paso hacia una regulación que atiende “un problema ambiental grave“.