Se trata de una enfermedad infecciosa que afecta especialmente a niños de entre 5 a 12 años. Se caracteriza por la fiebre muy alta, dolor de garganta y erupción en todo el cuerpo que es áspera al tacto. También se puede presentar con vómitos, dolores abdominales, escalofríos, ganglios inflamados y dolores en las articulaciones, malestar generalizado. La fiebre va ir desapareciendo a partir de los tres a cinco días.

Vale la pena tener en cuenta que el enrojecimiento de la piel suele generar picazón, por lo que se recomienda cortarle las uñas a los chicos.

También llamada “fiebre escarlata”, se produce por la bacteria estreptococos del grupo A. El contagio es por la cercanía con personas que se encuentran infectadas ó por el contacto con superficies contaminadas. Se trata con antibióticos por diez días aproximadamente.Hasta el momento, no existe una vacuna específica para esta patología.

De no tratarse a tiempo, puede provocar graves complicaciones renales ó cardíacas, fiebre reumática, neumonía, infecciones en los oídos, etc…

Si el niño tiene fiebre y dolor de garganta, se recomienda no llevarlo a la guardería, al jardín, o a la escuela, pero sí al médico como para que determine su situación y le suministre el medicamento apropiado.

En las últimas semanas aumentaron los casos de escarlatina en nuestra Ciudad y en el Gran Buenos Aires.

Desde el Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutierrez, se reconoció el incremento de los casos pero se descartó de manera categórica la existencia de un brote ó epidemia.

El fin del invierno y durante la primavera son momentos propicios del año para que se desarrollen este tipo de enfermedades.

Actualmente existen métodos que en veinte ó treinta minutos pueden establecer un diagnóstico. Como por ejemplo el hisopado que se estudia en laboratorio y a la brevedad ofrece el resultado correspondiente.

10/10/2016

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