Desde hace una semana,  el Centro de Atención Familiar Costanera Sur donde reciben refugio unas 140 familias en situación de calle, se encuentra sin calefacción y sin agua caliente. Un informe de la Auditoría General denuncia graves  deficiencias en los paradores porteños en materia de infraestructura, personal y alimentación.

Reinaugurado  por Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en 2009, el Centro de Atención Familiar Costanera Sur  viene acumulando denuncias por deficiencias graves desde 2011 y ratificadas en el último informe de la Auditoría General de la Ciudad.  Algunos de los puntos centrales de las  denuncias relevadas en el informe  son las  deficiencias alimentarias y de infraestructura, la falta de presupuesto y de personal especializado en materia psico-social para dar contención a familias que viven en la calle obligadas por su precaria situación económica.

Cecilia Segura, presidenta de la Auditoría General de la Ciudad, subrayó  que “desde hace años” vienen señalando “la falta de las políticas destinadas a las personas en situación de calle para lograr que esta problemática se resuelva en forma definitiva, en una ciudad donde la plata sobra para hacerlo”. Agregó que detrás de los números del presupuesto “hay hombres, mujeres, bebés, niñas, niños y adolescentes, para quienes cada día en la calle es una marca más en sus vidas”. Segura señaló que lo que ocurre hoy con los paradores en general muestra “con claridad cómo las políticas del macrismo dejan en total desamparo a los sectores más vulnerables, que son los que más necesitan del Estado”.

En el informe de la Auditoría se mencionan deficiencias comprobadas durante las visitas de inspección realizadas en los paradores Azucena Villaflor, BepoGhezzi y Retiro; y en los Centros Costanera Sur y La Boca. Los organismos responsables de esos lugares son la Dirección General de Atención Inmediata, cuyo titular es desde el año pasado Mariano Goyenechea, quien a su vez depende de la Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario, a cargo de Maximiliano Corach.

En 2009, cuando Macri y Vidal hicieron la “reinauguración” del centro familiar de Costanera Sur, señalaron que era “una respuesta al reclamo de las personas excluidas” y que se iba a dar atención diaria permanente a por lo menos 140 personas. Dos años después, en mayo de 2011, la Asesoría General Tutelar presentó un amparo ante la Justicia en lo Contencioso Administrativo y Tributario para que se respetara “el derecho a la vivienda, a la salud y a la intimidad de personas menores de edad” en situación de calle que habían sido derivadas al centro de Costanera Sur.

La Asesoría Tutelar señaló que había un solo baño para mujeres, con dos inodoros y dos duchas, con deficientes condiciones de limpieza y de infraestructura. Otros problemas eran la falta de insumos como toallas, pañales, primeros auxilios, más la existencia de plagas que atentan contra la salud de las personas alojadas.

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