Ayer al mediodía comenzó una nueva edición de la Feria Masticar, en El Dorrego de Colegiales.
Está celebrando su 10° aniversario en el predio Dorrego, por donde pasaron unas 150.000 personas en 2018. será el último año allí, ya que hace un mes fue vendido. Desde sus comienzos, allá por 2012, muchas cosas han cambiado, pero hay algo que se mantiene. Es un objetivo muy claro que acerca prouctores a los consumidores principalmente.
Masticar estará abriendo sus puertas , mañana y pasado mañana, de 12 a 23, con ingreso por Zapiola y Matienzo. Se pueden comprar entradas en la puerta, pero es recomendable hacerlo online y con descuento en TuEntrada.com, ahorrándose parte de la fila.
Narda Lepes, uno de las miembros de Acelga, la agrupación de cocineros que organiza la feria junto con otras instituciones y organizaciones. Agrega Lepes que es fundamental llevarse bolsas de tela o hasta un changuito para hacer las compras. No hay cocinero que no destaque el valor de esta parte que se presenta más grande y variada que nunca.
Plantea Acelga en su manifiesto: “Queremos contribuir a que los argentinos conozcamos mejor la gran variedad de platos y productos que se comen en las distintas regiones del país. Aspiramos a posicionar a la Argentina como un polo gastronómico reconocido a nivel internacional”.
Par este año habrá invitados como Mauro Colagreco (el platense dueño de Mirazur en Francia, el mejor restaurante del mundo según 50 Best) y Gastón Acurio, el pope de la cocina peruana. La nación de Acurio, reina indiscutida de la gastronomía latinoamericana, es el país invitado de esta edición con un puesto dedicado a sus ceviches, tiraditos de pescado y ají de gallina.
En cuanto a precios, se mantuvieron congelados desde que fueron anunciados hace un mes, a pesar de la inflación de los últimos días. Ningún plato supera los $200, siendo los más abundantes el pastel de langostinos de Oviedo, la pasta con pesto de Cucina Paradiso o el curry de cordero de Elena.
Hay opciones complejas y otras para todos los paladares, entre pizzas estilo napolitano, hamburguesas, sándwiches de carne y hasta locro. No faltan las estaciones de bebidas, bares de vinos y de tragos de autor.
Para cuidar a los visitantes del frío, hay grandes carpas con mesas, y para entender a los más chicos, una Plaza de Niños con actividades y shows. Aunque quede Masticar para rato, vale la pena visitar este predio por última vez con un plato caliente en las manos. Porque como dice el lema de la feria: comer rico hace bien.